viernes, 22 de enero de 2016

Impresiones de viaje: Doha [01]

Lost in translation.


Perdido en la traslación (más que en la traducción, que también) porque la música, o el sonido más concretamente, en principio me llevan a la India. Ese ha sido el impulso inicial. Pero de momento, el único hecho cierto aquí y ahora, es que por distintos motivos estoy en Doha y no tengo ningún otro billete, ni de ida ni de vuelta, a ningún otro lado.

Hacer una escala de varias semanas en Qatar era una opción prescindible, pero interesante, porque un socio y sin embargo y ante todo gran amigo de la infancia me ha ofrecido como anfitrión mucho más de lo necesario, en condiciones de lujo. Esto es un privilegio y un arma de doble filo que confío en saber manejar.

Inicialmente me lo había planteado en parte como un trámite, ya que más allá de visitar a mi amigo y de pasar de puntillas por este extremo de la realidad, no me siento seducido ni por la ciudad ni por el país, ni por su historia pasada ni por su presente ni por la proyección futura de su modelo de desarrollo. Pero es precisamente ese extremismo del modelo una gran oportunidad para vivirlo desde dentro, comprenderlo mejor y corregir la cadena de prejuicios en base a una experiencia real.

Hace ya unos días sentía que al llegar a Doha querría escribir. Así está siendo. Como siempre, no prometo nada. Pero aquí arrancan estas "Impresiones de viaje".

De momento, recién llegado, aunque soy sensible a la espectacularidad (y quizá precisamente por ello), siento más rechazo que fascinación. El canal con la India, lo que allí me lleva, permanece igual de abierto, es la prioridad de mi corazón en el horizonte de posibilidades. Pero ya no considero mi estancia en Qatar como una escala. Aquí es donde ahora estoy y aquí es donde voy a enfocar mi presencia ahora mismo.

"Haz lo que estés haciendo".

No hay comentarios:

Publicar un comentario