Escoger una puerta cualquiera, con los dos únicos requisitos de que la usemos frecuentemente, varias veces al día. Y que tenga un radio de abertura de al menos 90º.
Poner algo en el suelo (una cuña, una piedra grande, una caja pesada..) que haga de tope, y permita abrirla tan sólo unos 45º o 60º. Que incomode ligeramente, pero siga permitiendo pasar de forma razonable.
Hacer vida normal hasta que olvidemos que todo esto sólo es un ejercicio. (Personalmente me ha llevado entre una y dos semanas llegar a este punto).
Transcurrido este tiempo retirar el obstáculo.
Para entender, sentir o recordar de golpe
la importancia de hacer las cosas bien.
O de encontrarlas bien hechas.
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